Lo pasamos muy mal. Creo que en ese momento entendí o viví en mis carnes, aquel refrán que decía mi padre continuamente cuando era pequeña, y que por cierto odiaba, “Cuando seas padre, comerás huevos”.
Entre otras cosas y haciendo un resumen de lo más positivo, lo que le descubrieron es que tenía una posible intolerancia a la proteína de la vaca y tras un cambio en la alimentación y unos meses de observación cuando cumplió un año nos dieron el alta.
Ahora podemos
empezar a variar la dieta y le podemos dar poco a poco leche.
Estábamos deseando que nos dieran el alta para variar un poco la alimentación. Pero es que ahora no sólo vamos a introducirle más cosas sino que nos han dicho que empecemos a darle cena en plato y a reducir biberones. ¡Ala todo de golpe!
Hemos dejado pasar
las Navidades por aquello del ajetreo, salidas a casa de los abuelos, los
cambios de horarios, los constipados… que ya eso es bastante para el cuerpo de
la pequeña y para el nuestro… ¡como para ponernos a investigar con las nuevas
recetas! Virgencita, que me quede como estoy.
Así que esta semana hemos empezado con las cenas, con mucho miedo por si dábamos algún paso para atrás. Cual valientes, inconscientes u osados… dijimos, vamos con la tortilla, si total tiene que comer huevo y si se lo damos en cena… pues ya matamos dos pájaros de un tiro. (ya digo yo, que esto muy meditado no estaba)
La bañamos, le pusimos el pijama y la sentamos en la trona. Su platito con su tortilla en trocitos y el bibe de leche cerca para tener un plan b. Empecé a pincharle la tortilla con mucho miedo, se la meto en la boca, la prueba y acto seguido se apoderó literalmente del tenedor, pinchando ella en el plato y dejando de lado el biberón. Le encantó y se comió la mitad. Bueno menuda fiesta y sorpresa para nosotros.
Conforme iba
pinchando se iba riendo y moviendo las piernas con mucha emoción. Le hicimos un
vídeo y todo. Actuaba como si fuera el mejor de los manjares. Que alegría.
Hablando con mi cuñada me comentó que lo normal es pasar del biberón líquido, a pures (esto come en la guarde y los tarritos) el siguiente paso sería machacado (nos lo hemos saltado, sin saberlo) y el siguiente los sólidos…
Es lo que tiene
ser primeriza… una va aprendiendo día a día.
Después de la
tortilla, ayer probamos con jamón de york y pescado que comía su primo y a ella
le encantó y hoy un filetito. Menos mal que podemos recurrir a paginas con recetas e ideas para pequeños, porque me da a mi que esto va a ser un capitulo
nuevo… ;)
Animo!! Que bien que haya mejorado tanto. La introducción de solidos en Paula es un infierno y también tengo experiencia en varias intolerancias..jejeje. No dejo nada para los demás...;)
ResponderEliminarEstamos alucinando con el cambio radical que ha dado, ojalá siga así con la llegada del hermanito...
ResponderEliminarYa verás que Paula mejorará poco a poco.
sólo hace falta paciencia, todo llega, sin prisas, el bebe llega un punto en que él mismo pide un cambio de hábitos en su alimentación, nunca hay que forzar
ResponderEliminarTienes razón, pero a una madre primeriza le entran las dudas, se pone nerviosa, piensa que seguro que hace algo mal... bueno todo esto lo digo en primera persona..;)
EliminarEstá claro que este camino que ya está recorrido... no me pasará con Pablito ;)
Gracias Mercedes por tu comentario
Me alegro de que haya comenzado tan bien, eso es muy buena señal. Ahora paciencia, que tiene que aprender poco a poco
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