martes, 15 de febrero de 2011

La Medina Nueva





¿Qué buscas? ¿Qué quieres ver, experimentar, comprar? Te recomiendo al 100% ir al mercado del Habus. Es verdad, como decía una amiga que está aquí viviendo, que si vas recién comida puede ser que te cause un poco de impresión… pero es un autentico espectáculo para tus ojos!

Ella me contó que había ido, que lo había pasado un poco mal por lo que vió y porque se sintió un poco cohibida con los lugareños… sólo con decirme eso me dieron muchas mas ganas de ir a verlo. Y justo este fin de semana que tenia compañía masculina era el mejor momento.

Así que esta vez me baje de mis tacones, me calce mis buenas converse y mis vaqueros mas gastadicos y ahí que nos fuimos… dimos un pequeño rodeo porque primero teníamos que pasar por la medina nueva (lugar obligatorio para el turista y Javi en este momento lo era)

La medina nueva particularmente me gusta mas que la vieja. Está mucho más ordenada y menos masificada. Al encontrarse a las afueras del centro “económico” no hay apenas turistas y puedes pasear sin que te molesten y puedes sacar  el máximo partido de las callejuelas.

Otra cosa obligatoria es recorrer todos los rincones sin miedo a perderte. Dejarte embriagar por la voz del Iman que cada día llama a sus fieles masculinos a la oración hasta un total de 5 veces. En ese momento te encuentras con un vendedor a punto de irse a la oración con muchas ganas de venderte lo que llevas en la mano, es una buena ocasión para conseguir un buen precio.

Entre esos rincones nos encontramos de frente con un arco con muy buena pinta, nada más cruzarlo cientos de bidones azules y encima de ellos colocados con mucho mimo bandejas con montones de olivas/ aceitunas de todas clases, colores, rellenos, sabores… encurtidos, limones para el Tallin… todos los dependientes te invitan a que pruebes el que más te guste o el que más te llame la atención.
En la esquina de la plaza hay un hombre con una barba blanca bastante importante con un cortador manual cortando kilos de perejil para el aliño de una de las clases de cientos de miles de olivas que hay ahí expuestas. Y a su lado un gatico blanco pendiente de todo aquello que se le cae al anciano.  Deben de rondar ambos por la misma quinta.

Saliendo de ahí podemos encontrarnos con las zonas perfectamente estructuradas, la del dorado con millones de artículos perfectamente pulidos (me da la sensación que se pasan el día sacándoles brillo) la de artículos plateados (teteras, vasos de todos los colores, bandejas, lámparas…) la de alfombras, babuchas, chilabas, la zona de cueros, la de antigüedades, la de espejos… todo una pasada, las tiendas son pequeñas y llenas de artículos hasta el último rincón hacen que sean de lo más llamativo (sobre todo para la cámara ;))

Una vez recorridas todas las calles, dedicándole como unas dos horicas,  decidimos salirnos e ir a la zona más popular… EL MERCADO DEL HABUSS.

3 comentarios:

  1. Que bonito!! que colorido es todo!! Seguro que te estás poniendo las botas comprandote pendientitos, pañuelos... en fin todo lo que te gusta. Me parece a mi que te está gustando demasiado todo aquello, te veo super integrada. Un besazo guapa

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  2. Compras pocas... fotos muchas... sólo me he comprado un bolso que huele que alimenta por 15 euros... ;)

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  3. Me da a mi que algunos que conozco les hubiera encantado el recorrido por la Medina...ja,ja,ja.
    Un beso, guapa.
    Valen.

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