Hace una semana tuve la suerte de
poder asistir a un evento muy interesante. Madresfera junto a Meridiano,
compañía de seguros presentaba la guía “Mamá, papá ¿Qué es la muerte?” Por muy
escabroso que pueda parecer a primera vista, me pareció un tema de lo más
interesante. Aún no me he enfrentado a explicarles esto a mis hijos o en resolverles
sus dudas, son aún pequeños y no me han hecho ninguna pregunta difícil de
contestar… pero sé que llegaran y no sé si tendré recursos para solventar sus
inquietudes. Así que decidí desplazarme hasta Alicante a escuchar todo lo que
tenía que contarnos Nuria Javaloyes (psicóloga y coordinadora de la Guía)
La guía está escrita por psicólogos
(la coordinadora es Nuria Javaloyes) y editada por Meridiano, Compañía de Seguros. El objetivo es ofrecerle a las familias una guía práctica y sencilla
para ayudarles a superar el duelo de sus hijos u otros niños de su entorno más
cercano.
Cómo os comentaba hasta el
momento no he tenido que enfrentarme a este tema con mis hijos, aún son
pequeños para hacer preguntas muy enrevesadas y quizás lo tienen tan presente
en los cuentos que les contamos o los dibujos que ven que no se plantean nada
más allá.
Si que hemos tenido un par de
muertes cercanas pero decidimos que ellos no estuvieran presentes simplemente
porque consideramos que son pequeños y no se enteran aún de nada. Esto fue una
decisión familiar. Pero claro surgen las dudas ¿Cuándo y cómo se lo digo? ¿hay
que implicarlos en los actos de despedida? ¿cómo va a ser su reacción?
Uno de los puntos que me quedaron
bien claros en la charla fue que no hace tanto tiempo, la muerte se trataba de
forma más natural, estaba presente, tanto que los cuerpos se velaban en las
propias casas ¿Hasta qué punto esto es bueno? Yo no volvería a esto ni de broma
pero está comprobado que hablar del tema ayuda mucho, no sólo de la muerte sino
también del dolor y del vacío ayuda al desarrollo emocional de manera positiva.
¿No os pasa que cuando os ocultan
información la cabeza maquina a veces de manera desorbitada? A los pequeños le
pasa lo mismo sino les resolvemos sus dudas o inquietudes puede ser que su
imaginación vuele demasiado y sus miedos sean enormes, se vuelvan inseguros e
incluso desconfiados en esos momentos tan difíciles.
¿Cómo se lo decimos?
Lo mejor es decírselo con
naturalidad y adaptándonos a su edad. Es aconsejable evitar eufemismos como
“Está dormido” “Se ha ido de viaje”… Hay dos maneras de explicar por qué
morimos una porque nos hacemos MUY MUY MUY MAYORES, (enfatizando el muy) o
porque estamos MUY MUY MUY MALITOS (enfatizando el muy) siempre sin mentir.
A partir de los 6 años ya
entienden que la muerte es para siempre y es irreversible. Aparecen las
preguntas, dudas, inquietudes… Entra dentro de la normalidad así que hablar del
tema es recomendable. Sería bueno que le animemos a que nos cuenten sus miedos e
intentar resolver sus dudas ya son capaces de razonar. Y en el caso de que
quieran participar en los rituales de despedida dejarle que lo haga.
Si hablamos de un preadolescente
la cosa cambia, son capaces de entender la muerte pero no significa que sepan
afrontarla. En esta etapa es recomendable que participe en los ritos funerarios
como el resto de la familia. Que estemos muy presentes y escuchemos muy de
cerca sus inquietudes. Hay que dejarles su tiempo y su espacio mostrándonos accesibles
y cercanos.
¿Quién debe darle la noticia al
niño? Siempre su progenitor y si no lo tiene, la persona más cercana. ¿Por qué? Por
la sensación de seguridad, confianza, apego, le aportará tranquilidad ¿Y
cuándo? Lo ideal es que se le comunique cuanto antes. Tendemos a proteger a los
niños y nuestra manera de hacerlo hay veces que es ocultándole lo ocurrido,
gran error.
¿Y si nos ven llorar es bueno? Si
mientras que comunicamos la noticia ven que nosotros también estamos dolidos
por la pérdida y se nos escapan las lágrimas es una manera de normalizar la
situación (importante no llegar a derrumbarnos). A raíz de esto es normal que,
por parte de los niños, surjan muchas preguntas más.
¿Cómo podemos actuar? Estos dos
ejemplos de la guía me encantan y sirven de gran ayuda.
La charla fue todo un acierto, hablamos
de nuestros casos personales y nos dieron pautas para actuar de la mejor manera
posible.
Uno de los temas que tocamos fue “el
cielo” claro cuando uno es católico esto es mucho más fácil pero ¿Si eres ateo
que recursos tienes? ¿Ahora si que sirve el cielo para explicar la muerte?
Yo me quede con estas dos ideas que
me gustaron mucho “¿A dónde va cuando se muere? Pues no lo sé, pero yo siento
que está conmigo.” O “Los abuelos no se mueren, se hacen transparentes”
Fue una tarde muy intensa y
enriquecedora.
A parte de todo esto, en la guía podemos
encontrar también las fases del duelo en los niños y sus consecuencias emocionales.
Cómo volver a la rutina en casa y en el colegio. Claves para diferenciar un
duelo correcto de un duelo complicado en niños. Además nos recomiendan una serie
de libros y cuentos a cerca de esta temática.
¿Os gustaría tenerla? Yo os la
recomiendo, me ha parecido muy útil y práctica. Así que si la queréis está
disponible de manera gratuita en la web de Meridiano y en sus oficinas que
están a nivel nacional.
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