miércoles, 13 de diciembre de 2017

Visita a la fábrica de caldos Aneto

Cuando Madresfera me propuso visitar la fábrica de Aneto en Artés (Barcelona) ni los kilómetros que nos separan, ni las malas combinaciones de transporte, ni los horarios... me echaron para atrás. No me lo pensé, dije que sí con los ojos cerrados. ¿Queréis saber por qué? En casa somos muy fanáticos de las sopas y cuando una fábrica abre sus puertas sin ningún pero hay que cazar la oportunidad al vuelo y aprovechar al máximo.


Si mis expectativas eran altas cuando salí por la puerta de casa... sólo adelanto que se superaron con creces. Tanto que llevo dos semanas sin parar de hablar de todo lo que aprendí y descubrí en esta visita.



Mi viaje comenzó bien temprano, como os comentaba las combinaciones para viajar desde Murcia no son nada buenas y al final una siempre tiene que ir hasta Alicante a coger cualquier vuelo. Aquí nunca llueve pero justo este día si llovía y todos los camiones del mundo mundial habían salido a la carretera. Tras una hora de viaje, mojada hasta los huesos y una caminata de punta a punta del aeropuerto de Barcelona... por fín me encuentro con mi cita a ciegas, Josep que me esperaba para llevarme a la fábrica junto a Carla de Vidas Pixeladas.

Yo que pensaba que íbamos a ir en el súper bólido de Aneto, pero mi gozo en un pozo. ¿Lo habéis visto? es chulísimo. En cambio fuimos en un coche con dos puertas (dos) sin asientos de niños traseros, con espacio, sin papeles ni muñecos, ni gusanitos, ni cantajuegos... De camino a Artes, mi vena periodística salió a la luz y el pobre Josep fue contestando una a una todas mis inquietudes. Os puedo asegurar que no fueron ni una ni dos. Lo volví loco.

Nada más bajar del coche un olor a caldo casero invadió mi cuerpo. Ojo, en el parking de la fábrica. No daba crédito ¿Es posible que llegue el olor hasta fuera y que te reconforte sólo el aroma? brutal. Menudo recibimiento tan agradable. En la fábrica nos esperaban Teresa de Chibimundo y mi querida Moni de Mamistarsblog.

Tras las fotos de rigor, las risas y un poco de explicaciones.. comenzamos nuestro tour. Me llamó la atención que Aneto tiene 27 referencias, me quede loca, de las cuales conocía sólo el caldo de verduras, la crema de marisco, el de navidad, el de alcachofa y poco más. ¿Os ha sorprendido tanto como a mi?


Para mostrarnos cómo funciona la cadena de elaboración de los caldos Aneto 100% natuales, lo primero que visitamos fue el huerto de donde sale la materia prima con la que trabajan las referencias ecológicas. Me fascinó la razón de porqué trabajan con este huerto y es que no sólo obtienen unas  verduras de temporada impresionantes sino que también ayudan en su proyecto de reinserción laboral y social (aquí ya me habían ganado, esto dice mucho de una empresa). Pude ver con mis propios ojos cómo recogían los puerros, clasificaban y pesaban. Además visitamos el huerto de coles con los que fabricarán el caldo de temporada. De la huerta a la fábrica, sin trampa ni cartón. Ojo, que todo esto lo vi y patee subida en mis tacones dorados, muy cómodos para la ocasión. Antes muerta que sencilla.

Ahora toca el turno de la elaboración. Antes de nada bata, gorro, patucos, desinfectante y al lío. No os creáis que es una fábrica enorme, con millones de trabajadores y un ir y venir de gente. Para nada, es todo mucho más sencillo. Áreas muy bien identificadas, cada una con su función y relativamente pequeñas.

Sala de corte, lavado y sofrito. Con su verdura real, clasificadas por tipos, nada de desechos, ni trozos, ni restos. Unas personas cortando rabos, pieles, unas palanganas donde se lavan, el peso para echar las cantidades precisas a la olla y una paellera gigante donde se hace el sofrito. De esta sala una de las cosas más importantes es el peso y es que todos los caldos saben igual porque se les echan a todos las mismas cantidades y proporciones que dicen en sus recetas (recetas escritas en los briks) 


La siguiente sala es donde están las 4 ollas donde se cuecen las verduras, carne, pescado.. lo que toque en producción. Importante, se produce una cosa sólo. Si toca caldo de carne, sólo carne. Si es pescado pescado... de ahí que puedan asegurar que no hay trazas de nada. Cuando terminan la producción se lava todo a conciencia y vuelta a empezar.



Nota curiosa, en la cocción se usa la misma técnica que usamos para hacer un té. Tienen una especie de coladores gigantes donde ponen los componentes naturales y los introducen en las ollas mediante grúas, las cierran de manera hermética y lo cuecen a fuego lento, chu chu, 3 horas controlado mediante ordenador. 



De ahí pasa a la siguiente sala de envasado que es donde viene el siguiente truco. Si es tan natural, sin conservantes y nada añadido ¿Cómo aguanta? Usan el proceso UHT ¿Qué es esto? el mismo método que se usa en la leche, se envasa sin que le de la luz y con un gran golpe de calor. Y listo para distribuirlo.

Por último el gran almacén lleno de tesoros maravillosos que me los hubiera llevados todos pero... en el avión no me dejaban llevarlos. Eso si ¿Cómo me iba a ir de ahí sin un caldito en el cuerpo? ¿Adivináis cual comimos? El mejor de los mejores y más en estas fechas.




Muchísimas gracias a Aneto, Josep, David, Ana y Nuria, por abrirnos sus puertas y enseñarnos que su caldo son Naturales 100%  desde ya me considero embajadora de sus caldos, que sí, que está genial hacer caldos en casa pero una cosa os digo, yo tiro mucho de los de brik me ayuda mucho y gano tiempo. Yo os lo recomiendo con los ojos cerrados, que son mas caros que otros pero si los probáis entenderéis porqué.

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