Hace una semana tuve la suerte de pasearme por el
Retiro, en Madrid y visitar la
Feria del libro. En una de las casetas que visitamos estaba la editorial SieteLeguas
regentada por un señor llamado Pedro Rubio (de su nombre me enteré un poco más
tarde) El producto que presentaba, a primera vista, llamaba la atención, pero
es oírle a él contarlo, trasmitirlo, vivirlo… y ¿cómo no te lo vas a llevar
para tu casa?
Kamishibai en su esencia |
Estoy hablando del Kamishibai
(parece muy difícil acordarse de la palabra… pero enseguida te haces con ella y
sale sola) Se trata de una palabra de origen japonés y su significado es Teatro
de papel. Desde hace siglos, esta es la forma que tienen en Japón de contar los
cuentos a los pequeños.
Y es una maravilla.
Nada más preguntarle a Pedro por el Kamishibai, se puso manos a la obra y nos
contó un cuento precioso. No tardó más de 10 minutos, o sí, no lo sé, fue tan
bonito que se nos hizo corto y nos enamoró de tal manera que nos llevamos uno a
casa. ¡Una pasada!
Son historias
representadas en láminas a color. Por delante está la imagen y por detrás las
letras. Se presenta de tal manera que el
espectador sólo ve las imágenes y el narrador la historia que va a contar.
Una forma distinta de contar un cuento |
El que va a contar la
historia se poner detrás del teatro y comienza a leer. Desde ahí podrá gesticular, dar
vida a las imágenes, a los personajes, se esconderá, podrá preguntar, jugar y
porqué no, improvisar con el público.
Conforme se van leyendo
las láminas, las irá sacando por la derecha del teatrillo y poniendo detrás de manera que siempre el
lector verá las letras de la imagen que está viendo el público. Y siempre así hasta llegar a la última hoja.
Os digo yo que el Kamishibai es fascinante, para grandes y pequeños. La
forma de presentarlo hacen que sea un momento mágico y capta de manera efectiva
la atención, despertando el deseo de ver más y más, de descubrir cuál será la
siguiente lámina y que es lo que nos van a contar sobre ella. Los peques se
concentran y dan rienda suelta a su imaginación. ¿Os he dicho ya que estoy
fascinada con él?
En mi casa cuando cojo el maletín y lo pongo sobre
la mesa, da comienzo la hora del cuento y por lo tanto ponemos en marcha el
ritual. Mis hijos cogen el tambor y tocan tres veces. Por cada uno de los toques
mamá o papá despliegan cada una de las hojas del teatro hasta tenerlo
completamente abierto y… COMIENZA LA FUNCIÓNOs lo recomiendo con los ojos cerrados. Es maravilloso. Nosotros sólo tenemos dos cuentos, pero me da a mi que voy hacer un pedido en breve porque he visto que tienen cuentos muy bonitos y me encantan.
Me encanta lo que nos enseñas!!! Esto me lo apunto a la wishlist de navidad (empiezo pronto a hacerla, jajaja)
ResponderEliminarNo conocía tu blog, pero ahora que lo conozco, con tu permiso, me quedo por aquí!
Besos
jajaj nunca es pronto. Apunta que luego estas cosas se olvidan y es un super buen regalico :)
EliminarGracias por quedarte
Yo lo conocí en la Feria Ibertoy en Barcelona y me dejó tan pasamada como a ti. Es súper original y bonito.
ResponderEliminarA que si Lucia?? pero es que ademas Pedro lo hace único... estoy enamoradisima de este invento!!!
EliminarAla pero qué chulisimo!! No lo conocía pero suena de maravilla! Un besito
ResponderEliminarEs una pasada... un autentico iman para los peques
EliminarAla pero qué chulisimo!! No lo conocía pero suena de maravilla! Un besito
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