Ya han pasado dos meses....

Han pasado ya dos meses desde que he sido mamá por segunda vez y haciendo balance… que diferente está siendo todo… cuando digo todo, es todo. Comenzando por el cambio de pañales, los lloros, baños, lactancia, ropa, paciencia… todo, todo.

Hemos ido a la revisión de los dos meses y este niño es un toro, está en el percentil 95!! Qué máquina. No me extraña nada, ha engordado a kilo por mes sólo con la lactancia. Así me tiene seca perdía. ¡Qué diferencia con su hermana! Ella se tiraba todo el día durmiendo y había que despertarla para que comiera.

Tengo el suministro de leche a todo lo que da… tanto es que en cuanto veo por la calle a alguien o dando de mamar o con bebé en brazos… mis tetasbrick se ponen alerta.

La ropa que usa es la misma que usaba su hermana con 8 meses… casi nada.

Bueno lo del cambio de pañal… yo recuerdo que mis amigas me decían que sus hij@s tenían cacas voladoras y pipis que atacaban… yo no sabía a lo que se referían porque A. hacía todo de lo más normal.

Hoy puedo decir… que sé que es lo de la “fuente” mi hijo es de los que espera que le abras el pañal para atacarte y si puede ser a dos bandas mejor que mejor. Tengo mil anécdotas que contar, manos, puertas de habitación, camisetas, montón de pañales… en fín, que una ha dejado de ser escrupulosa por obligación.

Y eso de limpiar un mimi (como le llama mi suegra) o una colita… nada que ver. Mucho más difícil una colita… para mi lo más complicado del mundo mundial… y no porque me ataque, apunte y acierte…

Las noches otro capitulo a parte... al señoríto, como buen hombre, le gusta la teta más que a un tonto un lápiz y cada dos horas como máxima la está echando de menos, tanto es, que cuando pasa un poco más de tiempo mis señoras lolas deciden expulsar el excedente de manera gratuita… así me puede decir mi sobrina por las mañanas, que huelo a leche amarga… ¡no me extraña!

Llora como si no hubiera mañana. No encuentra consuelo con nada (bueno sí, con la teta y sólo con la teta) por lo que lo tengo que llevar enganchado encima en todo momento. Cuando dice de arrancar ya me temo lo peor.

Los baños, he de decir que a éste le gusta mucho más el baño que a su hermana. Se relaja y disfruta del agua desde el primer momento. Su hermana hasta que no pasaron unas semanas no tomó confianza con la bañera.

Ayyy que diferente está siendo y que agotada que voy. Está siendo un poco- mucho duro. El niño llegó demasiado pronto y me tiene un poco agotada…

¿quién dijo que esto iba a ser fácil?