Por fin tenemos a P. entre nosotros. Estamos encantados y felices. Una vez más, igual que hice cuando nació A. lo primero que quiero hacer es dar las gracias. Y es que estamos tan acostumbrados a ver la cara negativa de las cosas que se nos olvida decir las cosas buenas y no quiero desaprovechar esta oportunidad.
El pasado fin de semana nos pusimos de parto, a pesar de ser el segundo, íbamos con un poco de miedo e incertidumbre puesto que el primero fue programado y este dijo de salir por si mismo. En todo momento nos trataron con muchísima humanidad y con un trato exquisito. Intentando relajar nuestros miedos y que disfrutaramos del momento en la medida de lo posible.
Es cierto que no había casi movimiento y quizás eso ayudó a que todo fluyera y nos hicieran sentir como en casa.
Quiero darle las gracias a todos, celadores, enfermeras, auxiliares... pero en especial a las dos matronas que nos acompañaron y estuvieron muy pendientes de nosotros en todo momento: Esther López y Toñi. Sin sus palabras de ánimo y cariño, seguro que no hubiera sido lo mismo.
Fue un parto anecdótico y seguro que hoy sigue siendo la comidilla de la semana. Y es que desde que entré por la puerta de urgencias no pararon de acontecer cosas graciosas.
* En la sala de espera ya un marido que estaba a la "espera" de noticias, me mira y me dice: "qué, te mandan para casa ¿no? seguro que aún te quedan dos meses y aquí estas" yo me quedé loca: ¿Pero no ves que estoy sentada encima de un empapador y con una barriga que es más grande que yo? si me quedaran dos meses... ¡¡igual termino por explotar!! me dio un ataque de risa.
* Una vez en reconocimiento, la ginecóloga tampoco se creía que hubiera roto la bolsa (no sé si es que fue fisura, pero yo juro que en casa cayó agua y no poca eh?) cuando me exploró, me mira y me dice: "¿Seguro que has roto aguas? ¿De que color eran?" y yo.... ¿Como que seguro? la alfombra de mi habitación da fe de ello y color? pues ni idea.... no me paré a observarlas. Sigue la exploración y yo cogí lo que estaba más a mi mano (el brazo de la gine) y a la vez que le pegué un super apretón que hasta chilló (perdón), aquello parecía la inundación universa. "anda, pues va a ser que sí que habías roto aguas"
* Una vez que pase a monitores, me vieron cara de no haber merendado y me trajeron un zumito (ya digo yo, que me trataron como a una reina) y acto seguido me subieron a una habitación porque no sabían si iba a ser larga la espera. En la habitación me dieron de cenar, por lo que interpreté que efectivamente la noche iba a ser joven.

* Cuando estaba cenando empezaron las contracciones y a una que le da por preguntar a la enfermera, "¿cuando tengo que avisar? lo digo porque tengo contracciones cada dos minutos y la cena en la garganta que me va saliendo por momentos." la enfermera "¿tienes ganas de empujar?" me quedo bizca y le digo... "No te lo vas a creer, pero no sé que contestar. No sé si tengo ganas o no. Sólo sé que tengo ganas de ir al baño" fue decir eso, salir corriendo la enfermera, entrar otra para terminar de ponerme la medicación, llegar el celador, recoger todas la documentación y salir pitando para el ascensor. Nosotros no dábamos crédito y le digo al celador "hombre, que no creo que se me caiga la criatura por el camino. No creo que sea para tanto" Derrapamos y todo....
* Llegamos a dilatación y estaba todo el personal con los guantes puestos esperando ver a un bebé encima de la camilla..."¿pero que locura es esta? si yo no he dicho nada más que tengo contracciones cada 2 minutos..." me sentí fatal y seguro que más de uno maldijo uno a uno a toda mi familia. Claro, a raíz de ahí, cada persona que entraba a verme me decía "Anda, eres tu la que estabas con el bebe fuera ya? ¿todavía estás así?" Esto paso a las 9 de la noche y P. llegó a las 4 de la mañana... así que tuvimos que esperar un poquito más.
* Entre risas y conversaciones varias, me pusieron la epidural y yo notaba que me estaba haciendo efecto en el lado izquierdo pero en el derecho no. Toda mi obsesión era que se me durmiera todo por igual y que no se me moviera. (he oído cada historía que pensaba que todas me iban a pasar) me fue fantasticamente bien y duro hasta el final, así que sin problemas. Cuando me levanté de la camilla, se ve que mi cuerpo reaccionó y volví a inundar la salita... ese día le di mucho trabajo a la auxiliar de limpieza... pobrecica. No me resbalé de milagro, de todas formas con la epidural puesta seguro que no me hubiera enterado de nada.
* A las 4 de la mañana por fin pasamos a paritorio pero P. no quería bajar así que una de las matronas (pequeñita pero matona) se subió con una agilidad a mi lado izquierdo de la barriga y lo dio todo. Tanto tanto, que al día siguiente estaba que me moría. Aunque le agradezco la ayuda de corazón, sin rencor eh???
* Esta vez pude ver todo el parto en condiciones, ver salir a mi bebé fue emocionante. Papi no pudo entrar porque pensábamos que iba a ser instrumentado, pero lo vio justo cuando salió. Estaba tan contento que nos hizo su primera fuente... ¡¡madre mía como una cosa tan pequeña puede sacar un chorro tan potente!! eso fue llegar y besar el santo :)
* El peque nació a las 4.04 de la madrugada y pesó 4.200 kilazos... el niño del 4
Estamos felices y contentos de tener un miembro nuevo en nuestra familia. Termino el post igual que lo empecé, reiterandome en que no quiero dejar pasar la oportunidad de poder agradecer al personal de urgencias maternal del Hospital Virgen de la Arrixaca su trabajo y trato recibido.