jueves, 12 de septiembre de 2013

No sin mi sombra



Esta tarde hemos ido a dar un paseo y volviendo a casa hemos parado en el parque, con un sol de justicia. Estábamos nosotras solicas, bueno y P. De repente A. sale corriendo y se para en seco, mira a un lado y a otro, encoge los brazos, se va corriendo hacia el lado contrario... me mira con cara de circunstacia y grita: "¡¡¡MAMAAAAAAAAA!!!" y señala su sombra. 
 
Su siguiente reacción ha sido restregar los pies contra el suelo como intentando despegarse de su sombra cual Peter Pan. Luego se ha dado la vuelta y mirando su sombra, ha empezado a jugar con ella, le decía hola y adiós. Ha mirado la mía y se ha agachado al suelo a chocarme los 5....    




            

A mi me ha dado por reír, hasta el momento no me había percatado de que no sabía que tiene una sombra y me ha resultado de lo más curioso.

He leído que hay algunos niños que cuando la descubren les da miedo. Espero que no sea el caso, de todas formas aqui he encontrado una serie de consejos para ayudar a los niños a estar tranquilos con su propia sombra.



2 comentarios:

  1. ¡Jajaja! ¡Qué bien se lo ha pasado con el descubrimiento! Yo he visto alguno de esos casos de niños temerosos de su sombra y es tremendo porque obviamente ¡no se puede alejar de ella! Y lloran despavoridos, no quieren pisar el suelo, un espectáculo vamos.

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  2. Mi hijo solía quejarse cuando era pequeño de que nunca se le informaba de nada. Cuando nuestr@s hij@s son pequeño@s no solemos percatarnos de que en realidad lo están aprendiendo todo.
    Ahora me da pena haberme perdido el momento en que descubrió su sombra, pero recuerdo la primera vez que piso arena ;)

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